IA aplicada para la prevención de riesgos naturales
En nuestro artículo mensual acerca de los objetivos de desarrollo sostenible en Agosto tratamos el número 15 (ODS 15) de la Agenda 2030, el cual consiste en proteger la vida terrestre y preservar los ecosistemas terrestres para las generaciones presentes y futuras.
Uno de los desafíos más significativos que enfrenta este objetivo es la proliferación de incendios forestales que amenazan la biodiversidad, la salud humana y el bienestar de los ecosistemas terrestres en todo el mundo.
En esta lucha contra el fuego, la Inteligencia Artificial (IA) emerge como una herramienta valiosa para prevenir, detectar y responder a incendios forestales de manera más rápida y eficiente.
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Prevención de Incendios con IA
La Inteligencia Artificial ha revolucionado muchos campos y, en la prevención de incendios forestales, también ofrece oportunidades significativas. Entre las funciones más destacadas encontramos la gran cantidad de análisis de datos que la inteligencia artificial puede procesar y analizar, de esta forma dispone de imágenes satelitales, datos climáticos, humedad del suelo y patrones de vegetación.
A través de este análisis de datos, la IA puede generar un sistema de alertas tempranas que monitorean constantemente áreas vulnerables. Si detecta cambio sutiles en las condiciones ambientales, emiten alertas a las autoridades antes de que el incendio se propague.
Además, mediante el uso de drones equipados con cámaras térmicas y sensores, la IA puede detectar incendios en etapas iniciales, incluso en áreas de difícil acceso. Esto permite una respuesta más rápida y focalizada para evitar que los incendios se extiendan y causen daños mayores.
La IA puede construir modelos predictivos basados en datos históricos y condiciones climáticas actuales. Estos modelos pueden ayudar a anticipar períodos de alta actividad de incendios forestales y facilitar la planificación y la preparación para combatirlos.
En entornos peligrosos y de difícil acceso, los robots equipados con IA pueden actuar como “bomberos” autónomos. Estos robots pueden ingresar a zonas riesgosas y extinguir incendios en áreas inaccesibles para los humanos, lo que reduciría el riesgo para los bomberos y aumentaría la eficacia en la extinción del fuego.
Inteligencia artificial contra incendios
En España, se emplea, como ejemplo, la tecnología proporcionada por la compañía estadounidense ESRI, la cual también cuenta con la capacidad de identificar, mediante algoritmos de deep learning, cualquier señal de incendio: como una columna de humo, un incremento en la temperatura o un cambio en la luminosidad.
Además, permite crear mapas interactivos en tiempo real que combinan imágenes satelitales con datos obtenidos por drones, helicópteros, cámaras en torres de vigilancia y los equipos de brigadistas que operan en las zonas afectadas, facilitando así una movilización eficiente de recursos hacia los lugares donde se requieren con mayor urgencia.
Mediante el empleo de la visión artificial, es posible llevar a cabo la detección de incendios en tiempo real, aun en áreas donde no hay personal presente para proteger o en zonas de difícil acceso o gran extensión, donde resulta complejo para un humano detectar el fuego oportunamente.
Por otro lado disminuye considerablemente la probabilidad de errores o alarmas falsas. Esto, a su vez, se traduce en una reducción de los costes asociados al tiempo inactivo y a evacuaciones innecesarias.
Prevención de riesgos y protección de la vida terrestre
La prevención de incendios forestales es fundamental para proteger la vida terrestre y cumplir con el ODS 15. La Inteligencia Artificial ofrece una variedad de herramientas y soluciones para abordar este desafío global.
Mediante la utilización de análisis de datos, sistemas de alerta temprana, vigilancia con drones, modelos predictivos y robots bomberos, podemos aumentar significativamente la eficiencia en la prevención y mitigación de incendios forestales.
Sin embargo, es crucial recordar que la IA no es una solución única; se necesita una colaboración activa entre gobiernos, organizaciones, comunidades y científicos para desarrollar estrategias integrales y sostenibles que protejan nuestros ecosistemas y preserven la vida terrestre para las generaciones futuras.
